Leopardo de Amur

El leopardo de Amur, también conocido como leopardo del Lejano Oriente, es una de las subespecies más raras y amenazadas del leopardo. Se encuentra principalmente en las regiones templadas del noreste de Asia. Con su hermoso pelaje manchado y su habilidad para adaptarse al frío extremo, este felino es un símbolo de la biodiversidad amenazada.

Características

El leopardo de Amur es una subespecie de comportamiento solitario y territorial, con hábitos principalmente nocturnos.

Cumple una función ecológica relevante como depredador tope, regulando poblaciones de herbívoros medianos. Se caracteriza por una alta capacidad de adaptación a entornos fríos y montañosos, así como por una conducta reservada que ha dificultado su estudio en estado silvestre.

Su baja densidad poblacional y el aislamiento genético constituyen factores de riesgo importantes para su viabilidad a largo plazo.

Hábitat y distribución

Se encuentra en bosques templados de hoja caduca y mixtos, con inviernos fríos y veranos cálidos

Principalmente en Región de Primorie, en el extremo sureste de Rusia o algunos individuos en el Norte de China (provincia de Jilin)

Alimentación

Es un mamífero carnívoro: Caza presas medianas como:

·        Ciervos sika

·        Corzos

·        Jabalíes jóvenes

·        Liebres, tejones, aves y pequeños roedores

Método de caza: Cazador solitario y nocturno

Reproducción

El leopardo de Amur presenta una reproducción estacional, con mayor actividad reproductiva entre enero y febrero. El periodo de gestación dura aproximadamente 90 a 105 días, tras el cual la hembra da a luz entre 1 y 4 crías, generalmente en madrigueras protegidas. Las crías permanecen con la madre hasta alrededor de 18 meses, durante los cuales aprenden habilidades de caza y supervivencia. La tasa reproductiva es baja, lo que dificulta la recuperación natural de la población.

Estado de conservación

Se encuentra en peligro crítico de extinción, según la Lista Roja de la UICN. Se estima que quedan menos de 150 individuos en estado silvestre. Las principales amenazas incluyen la pérdida y fragmentación del hábitat, la caza furtiva (tanto directa como de sus presas) y la endogamia debido a la reducida diversidad genética.

A pesar de ello, los esfuerzos de conservación internacionales, incluidos programas de reproducción en cautiverio y áreas protegidas en Rusia y China, han mostrado signos alentadores de recuperación parcial en las últimas décadas.